Compartimos la reflexión desde la Comision Especial de la Mujer y Género del Concejo Deliberante. 

5º Marcha “NI UNA MENOS”

UN POCO DE HISTORIA Y MEMORIA

En Argentina, no existían estadísticas oficiales sobre los femicidios ni de violencia de género solo  el realizado por el Observatorio de Femicidios, perteneciente a la ONG «La Casa del Encuentro» que funciona desde 2008. Mediante el mismo se pudo conocer que entre el año de su creación y el 2014 hubo 1808 femicidios.

El 16 de marzo de 2015, se conoció el hallazgo del cuerpo de Daiana García, desaparecida 5 días antes,  dentro de una bolsa de basura. Ese día se cumplía diez años de la desaparición de la estudiante neuquina, Florencia Pennacchi, cuando salió de su casa en Palermo. A partir de esto, un grupo de mujeres, escritoras, periodistas, activistas, artistas​ convocaron a maratón de lectura con el objetivo de visibilizar la problemática y reclamar un freno al contador de mujeres muertas, se realizó para el 26 de marzo de 2015 contra el femicidio en la Plaza Boris Spivacow, en Buenos Aires.

El 10 de mayo de 2015, fue encontrado el cuerpo de Chiara Páez una adolescente de 14 años, quien  se encontraba embarazada en aquel momento, en Santa Fe, había sido asesinada por su novio. ​ Este hecho movió a las organizadoras a realizar otra convocatoria fue difundida en redes sociales, revistas femeninas y  diarios.  Fue apoyada por todo tipo de personas indistintamente de su género.

PRIMER MARCHA #NIUNAMENOS EN BUENOS AIRES.

La marcha tuvo lugar el 3 de junio de 2015 teniendo como principal punto de encuentro la Plaza del Congreso en Buenos Aires. A la misma asistieron más de 300.000 personas. Esta fue el inicio de las Marchas NI UNA MENOS, se leyó  un documento sobre la violencia machista . Al calor de esas voces se consolida el Colectivo, con sus muchas expresiones regionales, como parte de un movimiento histórico, que tuvo y tiene hitos organizativos fundamentales en las tres décadas de Encuentros Nacionales de Mujeres. Y que también se reconoce en las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en las mujeres revolucionarias que fueron sus hijas, en los movimientos LGBTIQ, en las que se organizaron en sindicatos y en las piqueteras, en las mujeres migrantes, indígenas y afro descendientes y en la larga historia de luchas por la ampliación de derechos.

REFLEXION

Hoy en el 5º aniversario de la Marcha denominada NI UNA MENOS, cada 3 de junio, damos un poderoso y feroz grito. Porque la pandemia nos aleja de la calle pero no de los vínculos de afecto y militancia que construimos estos años nosotres estamos en la primera línea de una crisis sanitaria y social sin precedentes. Para ser la voz de quienes ya no la tienen, ponemos cuerpo, palabra, banderas y carteles para decir que la violencia machista mata y no sólo cuando el corazón deja de latir

• Cuando nos dice cómo vestirnos y cómo actuar, mata nuestra libertad.
• Cuando nos insulta o nos juzga por el modo en que disfrutamos nuestros cuerpos, mata nuestro derecho a poner en acto su inmensa potencia.
• Cuando nos niega la palabra en el espacio público, la silencia o la minimiza; mata nuestro derecho a cambiar el mundo para todos y todas.
• Cuando nos impone las tareas domésticas y de cuidado como si fuera un deber exclusivo y natural, mata nuestro tiempo.
• Cuando nos niega la igualdad en los salarios aunque hagamos el mismo trabajo, mata nuestra autonomía.
• Cuando avasalla o abusa de nuestros cuerpos, mata nuestra integridad.
• Cuando pretende controlar nuestra capacidad reproductiva, mata nuestro derecho a elegir.

Decir Ni Una Menos, Es plantarse de cara a lo que no queremos: ni una víctima más. Y es enunciar a la vez que nos queremos vivas, íntegras, autónomas, soberanas. Dueñas de nuestros cuerpos y nuestras trayectorias vitales. Dueñas de nuestras elecciones: como queremos, cuando queremos, con quien queremos, por querer elegir cuándo tener hijos, cuántos empoderarnos para vivir las vidas que queremos vivir. Todos y todas sabemos de qué se habla cuando se dice NI UNA MENOS.